El Apostolado difunde y motiva que se viva el Mensaje de Fátima a través de diversas actividades que se realizan, generalmente, a nivel Parroquial. Los miembros de un Centro Parroquial pueden trabajar indistintamente en varias actividades o en una de ellas; cuando en una actividad hay un número suficiente de miembros, se organiza un Comité (o Vocalía) para coordinarla.
Actividades de colaboración parroquial en la evangelización
1. Promover entre las personas que han hecho su Promesa de Amor y los miembros apostólicos, la formación de Células o pequeños grupos que se reúnen a orar, a evangelizarse y a planear su acción para difundir el Mensaje, ayudándose mutuamente a vivirlo y a profundizar en él, buscando la santificación personal
2. Promover el fecundo caminar de las imágenes Peregrinas de Nuestra Señora de Fátima, en sus diferentes niveles: Nacional, Diocesano, Parroquial y Domiciliario.Ya que es un medio muy eficaz de difundir el Mensaje de Fátima, sembrar en los corazones la devoción a Nuestra Señora y promover el rezo del Santo Rosario en familia, dando oportunidad a muchísimas familias de recibir las gracias que, generalmente, Dios concede en estas visitas buscando principalmente, que en torno a una de estas imágenes vayan formándose grupos de oración por cuadras o manzanas que pudieran convertirse en células.
Colaboración parroquial en la espiritualidad y devoción mariana
▪ Dirigiendo el Rosario Diario. Haciéndose cargo del rezo diario del Santo Rosario meditado antes o después de las Misas con personas que se turnan a rezarlo y promover el conocimiento, profundización y práctica de esta devoción entre los fieles y las familias de la comunidad (Cap. VIII).
▪ Promoviendo la devoción a la Virgen María. Con pláticas de temas marianos, Promoviendo el rezo del Angelus, la Consagración a María Santísima, Imposición de Escapularios.
▪ Animando las Fiestas de la Virgen María. Adorno y Meditaciones del Rosario y volantes explicativos alusivos a la Fiesta que se celebra.
▪ Promoviendo la Reparación a la Virgen María. Impulsando la devoción de los Primeros Sábados de Mes, y organizando celebraciones en las que se viva y practique lo que Nuestra Señora pidió: Confesión, Comunión, rezo de 5 misterios del Rosario y hacerle 15 minutos de compañía meditando en los misterios, todo esto con la intención de reparar el agravio causado por las ofensas hechas a su Inmaculado Corazón.
▪ Promoviendo actividades marianas en mayo y octubre. Ofrecimiento de flores y Rosarios especiales: de Aurora, Vivientes, Plásticos, Procesionales.
▪ Organizando Días con María. Retiro: Temas Marianos, Rosario, Convivencia, Misa. Además de cursos y conferencias que ayuden a dar un mayor crecimiento doctrinal y mariológico a los miembros y fieles en general.
▪ Organizando Semanas Marianas. Visita de Peregrina, con temas marianos cada día invitando a la comunidad visitada a formar un grupo que se reúna a orar y a estudiar el Mensaje.
▪ Facilitando material Mariano. A los Centros y fieles de la comunidad. Todo lo que pueda ayudarles a conocer, vivir y difundir el Mensaje de Fátima. Folletos u hojitas sobre Fátima, el Rosario, el Escapulario, diversos temas marianos. Guías para vigilias, fiestas marianas, cursos. Y material como rosarios, escapularios videos, etc.
Otras actividades
▪ Promover el conocimiento y vivencia del Mensaje de Fátima entre los Niños, principalmente en los Colegios y grupos parroquiales de Catecismo(Cap. XII.C).
▪ Integrar al apostolado grupos de Jóvenes que, con sus carismas y entusiasmo peculiar, pueden colaborar intensamente en la difusión del Mensaje de Fátima.
▪ Llevar la visita de una Peregrina y el Mensaje a los Enfermos, motivándolos a aceptar y a ofrecer sus sufrimientos. Ayudándolos y animándolos con visitas, literatura o pequeños servicios.
▪ Llevar la visita de una Peregrina grande y el Mensaje a quienes contraerán matrimonio pronto, invitándoles a consagrar su matrimonio a la Virgen Santísima.
▪ Llevar la visita de una imagen (Nuestra Señora del Consuelo) que consuele e invite a orar y ofrecer su dolor a quienes han perdido a un ser querido.
▪ Llevar la visita de una imagen (La Virgen Niña) a quienes esperan un hijo para que pidan la ayuda y compañía de la Virgen Santísima.
▪ Promover la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe como Patrona de México y, si la hay, a la patrona de la ciudad o diócesis.
▪ Aprovechar los diversos medios de comunicación para la Difusión del Mensaje de Fátima, la Promesa de Amor y del Apostolado, así como para la Promoción de las diversas actividades del apostolado (Cap. XII.A). Además de la acción personal de los miembros con su palabra y el ejemplo y de la promoción que todas las actividades del apostolado llevan en su realización.
▪ Encargarse de la realización y organización de los Eventos, atender a los asistentes, cuidar de los detalles y diversos aspectos necesarios para su buen desarrollo.
▪ Tener las atenciones o llevar a cabo los proyectos más adecuados para fomentar la Convivencia y Relaciones entre los miembros del Centro y entre el Centro y los organismos o personas con quienes tenga relación o trato.
▪ Motivar al mayor número posible de personas a conocer, acoger y responder a las peticiones de Nuestra Señora, invitándolos a hacer la Promesa de Amor, aumentando continuamente el número de miembros.
▪ Colaborar a la iniciación de Nuevos Centros o Células en las Parroquias y/o Diócesis vecinas.
▪ Colaborar al crecimiento del Grupo Apostólico, invitando a las personas que han firmado su Promesa, para que, las más posibles, colaboren o se adhieran.
▪ Colaborar y participar en los diferentes planes del Apostolado, ayudando a la realización de sus proyectos, tanto a nivel nacional como diocesano y fomentando la unión entre los miembros con reuniones, convivencias, etc.
▪ Tener una gran devoción hacia la Eucaristía, hacia la cual nos guía el Mensaje de Fátima y que es el alma de todo apostolado, fuente de gracias y centro de nuestro culto cristiano. Por todo ello, debe ser vivida y profundizada por todos los miembros y promoverse la asistencia frecuente a la Santa Misa y a la recepción de la Sagrada Comunión, las Visitas al Santísimo y las Horas Santas.
▪ Rezar y difundir las Oraciones de Fátima, enseñadas tanto por el Angel de la Paz, como por Nuestra Señora.
▪ Colaborar, con el espíritu y carismas propios del apostolado, en los objetivos de la Pastoral de la Parroquia y/o Diócesis.
▪ Contar siempre con la valiosa Asesoría espiritual del Párroco o sacerdote designado.