Misa de Nuestra Señora de Fátima

Oración colecta

Señor, Dios nuestro que nos diste por madre a la Madre de tu amado Hijo, concédenos, te pedimos, que siguiendo sus enseñanzas y con espíritu de verdadera penitencia y oración trabajemos generosamente por la renovación del mundo y por la dilatación del reino de Cristo. Él, que es Dios contigo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Primera Lectura

Lectura del Libro del Apocalipsis Ap 21, 1-5a

Yo Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: “Esta es la morada de Dios con los hombres. Acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.” Y el que estaba sentado en el trono dijo: “Todo lo hago nuevo”. Palabra del Señor

Salmo Responsorial

Jd. 13, 18cde (R 15, 10d)
R. Tú eres la honra de nuestro pueblo.

El Altísimo te ha bendecido, hija, más que a todas las mujeres de la tierra. Bendito el Señor, creador del cielo y tierra. R.

Que hoy ha glorificado tu nombre del tal modo, que tu alabanza estará siempre en la boca de todos los que se acuerden de esta obra poderosa de Dios. R.

Aleluya

Dichosa tú, Virgen María, que has creído, porque el poderoso ha hecho obras grandes por ti.

Evangelio

+ Lectura del Santo Evangelio según San Juan 19,25-27

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su Madre, la hermana de su Madre, María la de Cleofás, y María, la Magdalena.Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Palabra de Dios.

Oración sobre las ofrendas

Recibe, Señor, los dones que te presentamos, y concédenos que nuestro corazón iluminado por la luz del Espíritu Santo y conducido por el ejemplo y por las advertencias de la Virgen Santa María, busque y se mantenga siempre en los caminos de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Prefacio

V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar y proclamar tu grandeza en esta festividad de la Virgen Santa María.

Al recibir a tu Verbo en su corazón inmaculado, lo concibió en su vientre virginal, y así como dio a luz al Creador, amparó y encaminó los primeros pasos de la Iglesia naciente.

Al recibir junto a la cruz el testamento del amor divino, aceptó, como hijos suyos a todos los hombres, engendrados en la muerte de Cristo para una vida celestial.

Cuando los apóstoles aguardaban al Espíritu por ti prometido, Ella unía su oración a la de los discípulos, y así, se tornó figura de la Iglesia orante.

Elevada a la gloria de los cielos, acompaña a la Iglesia peregrina con amor de Madre y protege sus pasos en su camino a la patria, hasta que venga el día glorioso del Señor.

Por todo ésto te alabamos y con todos los ángeles y los santos proclamamos sin cesar: Santo, Santo, Santo…

Oración después de la comunión

Habiendo recibido, Señor Dios nuestro, la prenda de salvación y de vida; humildemente te pedimos que tu Iglesia, con el auxilio maternal de la Virgen Santa María, enseñe a todos los pueblos el mensaje del Evangelio, y llene toda la tierra con la presencia del Espíritu Santo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo.

Amén.