Reflexión Teológica

Extraído de “Guía del Peregrino”, Fátima, Portugal

Principales características

1. Perfecta Ortodoxia
Reproduce fielmente de una manera popular, catequética, la doctrina de la Iglesia Católica contenida en la Sagrada Escritura y en la Tradición. Se nos presenta con toda la frescura evangélica y con toda la sencillez de la primera catequesis cristiana: en sus imágenes, en sus gestos, en sus palabras, resuenan todas las páginas del Evangelio, desde las fuertes llamadas del Bautista a la penitencia, desde los acentos escatológicos de Cristo sobre la ruina de Jerusalén, la catequesis de Jesús en sus parábolas, en su vida aldeana, en sus preocupaciones cotidianas, en sus gestos emotivos, en sus propias oraciones que enseñó.

2. Abarca todo el dogma católico
El mensaje de Fátima podría definirse como una suma o compendio de la doctrina cristiana. Nada le falta en cuanto a lo esencial: la Santísima Trinidad, la habitación de Dios en las almas por la gracia, el misterio de la redención por Cristo, el misterio de la iniquidad del pecado, el sentido de la solidaridad de los cristianos dentro del Cuerpo Místico de Cristo-cabeza en la reparación, la intercesión de los ángeles y los santos, el misterio inefable de la Eucaristía, el lugar único que ocupa la Virgen intercesora, mostrando la maternal solicitud de su Corazón Inmaculado, los grandes dogmas del cielo y del infierno. Fátima es en verdad, “un evangelio abreviado”.

3. Actualidad viva
El mensaje de Fátima fue revelado en un tiempo lleno de contradicciones, de luchas, de sufrimientos y de penas, y es siempre actual y eterno como el Evangelio. Tiene elementos de actualidad evidente y óptima para desencadenar una dinámica apostólica y pastoral extraordinaria.

4. Grande valor santificador
La vivencia del mensaje es un camino seguro para santificar la vida cristiana. Extraordinario ejemplo de ello nos lo dan los pequeños pastorcitos, Jacinta y Francisco, quienes, por haber respondido con tanto amor a las súplicas de Nuestra Señora, han merecido que la Iglesia, al comprobar que vivieron las virtudes en grado heroico, les declare venerables, juicio que los acerca a su beatificación.

Principales temas del Mensaje

A) Conversión
El llamamiento principal que nos hace la Virgen en Fátima es el llamamiento a la conversión: “es necesario que los hombres se arrepientan de sus pecados, que pidan perdón a Dios por ellos; que no ofendan más a Dios Nuestro Señor, que ya está demasiado ofendido”.

B) Reparación
Una nota muy particular del Mensaje es el llamamiento a la reparación, fundamentada en la Comunión de los Santos. Tanto el ángel como la Santísima Virgen insisten continuamente: “reparación a la Majestad de Dios… a la Eucaristía… al Corazón de Jesús… al Inmaculado Corazón de María”. Para realizar la reparación y la conversión el mensaje nos propone estos medios:

1) La penitencia. Como toda penitencia cristiana, significa un rechazo y alejamiento al pecado, el cumplimiento de los deberes cristianos, la mortificación corporal, y la aceptación y ofrecimiento de los sufrimientos y dolores que padezcamos en la vida.

2) La oración. La Santísima Virgen María, particularmente en Fátima, nos enseña cómo por medio de la oración, Dios escucha y atiende nuestras súplicas y cómo, además, con la oración alcanzamos las gracias que nos son necesarias para perseverar en el camino que nos llevará a Dios.

C) El Santo Rosario
El rezo diario del Santo Rosario, oración predilecta de la Santísima Virgen y muy recomendada por los Sumos Pontífices, es una petición en la que nuestra Señora insiste en sus seis apariciones. Ella recomienda, además, ofrecerlo por la paz del mundo y rezarlo plenamente, es decir, acompañándolo con la meditación de los grandes misterios de la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

D) Eucaristía
La oración del Ángel recuerda que el Cuerpo y la Sangre del Señor, son la “ofrenda perfecta”. El amor a la Eucaristía quedó fuertemente impreso en los pastorcitos, iluminados por esa luz que parecía emanar de las manos de Nuestra Señora. Entonces y ahora, la Eucaristía “es” el centro de Fátima.

E) La vida eclesial
Es un punto importante que trata el Mensaje de Fátima. La vida eclesial, según la doctrina del Concilio Vaticano II, es “la comunicación de caridad, la unión sacramental y la unidad jerárquica”. El primer elemento se encuentra en Fátima, sobre todo en el propósito de reparación. El segundo, -la práctica sacramental,- está vivo en los hechos de Fátima y en el ejercicio constante de las peregrinaciones. Finalmente, el tercer elemento, la unidad jerárquica, se manifiesta no sólo en cuanto Fátima surge como un carisma privilegiado de toda la Iglesia y para toda la Iglesia, aprobado por la Jerarquía en cuanto tal, sino también por las visiones de los videntes que fomentan el amor al Santo Padre.

F) La escatología de Fátima
Fátima tiene un mensaje escatológico al mundo y a la Iglesia en diversas dimensiones, subrayando con insistencia a los hombres el sentido último de la vida. El cielo o el infierno, por ejemplo, son elementos relevantes del mensaje y la expresión de la misericordia y la justicia de Dios.

G) Rusia y Fátima
Es absolutamente necesario señalar bien la relación que el Mensaje establece entre estas palabras: “Rusia y Fátima”. El hecho histórico, bien probado de esa relación, es indudable. Interesa con todo, no adulterar esa relación con falsas interpretaciones. Fátima, como continuación de la Historia de la Salvación es Mensaje exclusivamente religioso y sobrenatural. Se refiere a Rusia únicamente bajo este aspecto. Ahora bien, se trata en este sentido, del comunismo ateo, como doctrina y práctica del Partido Comunista que desde Octubre de 1917 prohibe, limita y ataca la libertad religiosa de esa nación, que era muy cristiana. Fátima no muestra ninguna aversión contra los hombres que erróneamente militan en el comunismo; por el contrario, nos pide que recemos por su conversión.

H) El corazón inmaculado de María
Las referencias al Corazón Inmaculado de María, la invitación que nos hace Dios para abrazar la devoción a ese amoroso Corazón, es el punto más específico, más esencial, y más característico del mensaje. La devoción al Corazón Inmaculado de María era ya practicada y conocida en la Iglesia por medio de la Escritura, la Tradición, la Historia y la Teología. Pero en Fátima hay manifestaciones completamente originales y propias que penetran e informan todos los otros elementos del Mensaje. Así, cuando nos invita a orar quiere que la oración pase por el crisol purísimo del Corazón de María. Ella agrega así, su maternal intercesión a nuestra oración. No sólo pide hacer reparación a Dios sino también pide la reparación por las ofensas hechas al Inmaculado Corazón de María, para lo cual se pide la comunión reparadora de los Sábados Primeros de mes. También pide la Consagración al Inmaculado Corazón de María, recomendación que han atendido ya varios Pontífices, consagrando el mundo al Inmaculado Corazón de María: Pío XII en 1942 (y en 1952 consagración de Rusia); Pablo VI en 1967, y Juan Pablo II en 1982 y 1984.