Estrucutura del Apostolado

La base primaria de la organización del AMF son las células, pequeña agrupación de tres o más personas que se reúnen periódicamente, para ayudarse mutuamente a profundizar en el conocimiento y vivencia del Mensaje de Fátima.

Cuando en una Parroquia hay varias Células, y/o un grupo de personas dispuestas a organizarse, previa autorización del Párroco, se establece un centro parroquial. Este, agrupa, coordina, motiva y multiplica las Células y demás miembros que se le asocien para realizar las actividades propias del apostolado (Cap. V).

Cuando en una Diócesis hay varios Centros Parroquiales, estos se unen para formar, con la autorización del Obispo, un centro diocesano. Este coordina, motiva y multiplica los Centros Parroquiales. Aunque lo más práctico y común es que, para iniciar el apostolado en una ciudad o diócesis, una persona invite a un pequeño grupo que, previa autorización del Obispo, impulse la formación de Células y posteriormente de Centros parroquiales en las diferentes Parroquias de la ciudad o Diócesis, es decir, se empieza primero por formar un grupo diocesano.

Cuando en un país hay varios Centros Diocesanos, éstos se integran en un centro nacional, el cual, contando con el beneplácito de la Comisión Episcopal, se encarga de promover, coordinar, motivar y multiplicar los Centros Diocesanos y está asociado y forma parte del centro internacional del Apostolado Mundial de Fátima cuya sede está en Fátima, Portugal.

Características

“Un Ejército que combata con las armas de la Oración y la Penitencia”

Harlold V. Colgan

Mons. Harlod Colgan, fundador del Apostolado, en una ocasión comentó que el hecho más evidente, según su sentir personal, que reflejaba la acción del Espíritu Santo en la creación del Apostolado, fue que el nombre le vino a él de manera natural. Sucedió que, después de dos o tres miércoles de estar hablando sobre el Mensaje de la Virgen en Fátima, de labios de él brotaron espontáneamente estas palabras dirigidas a los feligreses reunidos en la iglesia: “El demonio ha formado el ejército rojo del ateísmo; guiados por Nuestra Señora, hagamos nosotros un Ejército Azul para combatirlo con las armas de la oración y la penitencia”.

En México, el Apostolado se registró inicialmente con el nombre de: “Ejército Azul de Nuestra Señora del Rosario de Fátima”.

Ejército

Significando que aquellos que hacen su Promesa de Amor a la Santísima Virgen, se comprometen a luchar a su lado contra las fuerzas de Satanás. Haciéndonos conscientes que estamos enfrascados en una guerra permanente y hemos escogido usar las armas espirituales que Nuestra Señora nos dio en Fátima —oración y sacrificio— para atraer la victoria que Ella misma prometió: “… al final mi Corazón Inmaculado triunfará”.

Azul

Comprende dos significados: La Santísima Virgen, pues éste es el color con el que se la identifica, y el “deber diario”. En el Antiguo Testamento encontramos que usar algo azul era signo, recordatorio y disposición de guardar los mandamientos (Num 13, 37-41).

De Nuestra Señora del Rosario de Fátima

Porque Nuestra Señora misma se proclamó así en la última de sus apariciones en Fátima. Sin embargo, hubo problemas en algunos lugares con conflictos locales por lo militar del nombre y a nivel internacional se decidió cambiarlo por: “APOSTOLADO MUNDIAL DE FATIMA”. El apostolado mexicano se ha unido a esta decisión y ha aceptado el nuevo nombre, mismo que se utiliza desde el año 2002.