En 1945 termina la segunda guerra mundial. Los acontecimientos llamaron la atención de muchas gentes sobre las advertencias y las promesas de Nuestra Señora en Fátima y la historia empieza conocerse y a circular por todo el mundo.
Una idea que se había empezado a gestar en diferentes formas, por diversas personas unos años antes, va tomando forma: llevar una imagen de Nuestra Señora de Fátima y su mensaje de paz y esperanza por los países de Europa. Todas las opiniones eran desfavorables. Problemas aún en las fronteras, restricciones, pobreza…. Un religioso belga, el padre Demoutiez, que inicialmente había pensado llevar una imagen con un grupo Scout, después de muchos dificultades que parecían cancelar el proyecto, está de acuerdo en custodiar a la imagen, cuenta con la autorización de sus superiores y de la jerarquía de Fátima y cuenta también con el apoyo de la Acción Católica Femenina para realizar el proyecto de llevarla al congreso mariano que celebrarán en Holanda tres países: Bélgica, Holanda y Luxemburgo, y de ser posible a otros lugares. Francia y España aceptan ser incluidas en la ruta y el plan se va definiendo.
Cuando llevan a enseñar a Lucía la imagen mandada a hacer y piden su opinión, ella sugiere que den esa imagen al obispo y se “lleven de peregrina a la imagen del obispo”. Esta imagen, esculpida también por Thedim, fue hecha con datos más precisos que le dio Lucía siendo, no ya una niña, sino una joven religiosa:
Un sólo manto, la “borla” no con flecos sino en forma de esfera dorada que llega hasta la cintura, el manto sin dibujos, simplemente un filo dorado en la orilla, etc.
El obispo acepta y el 13 de mayo de 1947 la imagen es coronada en Fátima y se inicia la primera ruta de la “Peregrina”. “Nadie de entre nosotros había previsto las cosas extraordinarias que empezaron a realizarse así que la imagen salió de la Cova”, declaró meses después el obispo Da Silva. Conversiones, fervor extraordinario, acontecimientos que la gente considera milagrosos… Las solicitudes de visitas llegan de muchos países. Muy pronto otras dos imágenes son bendecidas, una está en Rusia y la otra es la “Peregrina de las Américas” que ha recorrido, custodiada por el Apostolado Mundial de Fátima, no sólo toda América, sino también muchas naciones de los cinco continentes.
Durante su visita a Fátima en 1967, Pablo VI bendice 25 imágenes que peregrinarán en diversos países y así, se van multiplicando.
México cuenta con una Imagen Peregrina, que es una de las que S.S. Juan Pablo II bendijo durante su visita a Fátima en 1982.